Este año he felicitado las Navidades a las mujeres de mi entorno con una manualidad aprovechando las botellitas de cristal de los zumos Granini, que solemos tirar al contenedor del vidrio.

Una vez vacías las botellas hay que ponerlas un rato en remojo para poderles quitar la etiqueta de papel.

Bien limpias y secas ya podemos empezar a pintar los hoyuelos como queramos y con los colores que nos gusten.

Yo me preparé varios diseños. Conté los hoyuelos de cada cara de la botella e hice una plantilla que me sirvió para hacer combinaciones de dibujos y colores.

Utilicé esmaltes de diferentes colores al agua, para facilitar la limpieza. Procuro evitar tener que utilizar aguarrás, que me resulta muy antipático.

Fui pintando los hoyuelos y dejando secar bien las botellitas.

Luego las decoré. Les puse collarín. Unas iban con cinta ancha de papel, de la que se utiliza para hacer grandes lazos para paquetes. A otras les puse puntilla. Las puntas las uní con barra de pegamento Pritt.

Las flores a su medida las encontré en una tienda de chinos.

Hice unas tarjetitas con un dibujo de un árbol de Navidad que encontré en Internet y las colgué del cuello de las botellas.

Al final quedaron muy graciosas y gustaron mucho. Así lucían en nuestra mesa de Navidad.