En invierno hemos comprado clementinas, en primavera fresones y ahora estamos con las cerezas. Todas estas frutas vienen en unas cajitas de madera que normalmente tiramos a la basura.

Si queréis aprovecharlas, aquí tenéis una idea. Seguro que hay muchas formas de reciclarlas pero yo lo he hecho así y os aseguro que quedan muy simpáticas.

Para pintarlas he utilizado esmalte acrílico blanco satinado, al agua.

Hay que dar dos capas de pintura, así quedan tapadas todas las letras y marcas que hay impresas en las cajas.

Después de la primera capa, dejarlas secar bien y lijarlas con papel de lija más bien fino para que queden suaves y sin ninguna astilla.

Hacer unos trapitos del color que más os guste. Yo he elegido los típicos cuadritos de colores «parchís».

La medida es 40 x 50 centímetros acabados. Hay que añadir unos 2 cms. en cada lado para hacer el dobladillo.

También os puede servir alguna servilleta bonita que tengáis en casa.

Colocáis el trapito dentro de la caja y la utilizáis para lo que queráis.

Ya veis que quedan bien con frutas y también con vasos, copas, y un largo etcétera.